El cristal antibalas es aquel que se suele colocar en joyerías, en bancos, así como en algunos vehículos de seguridad. Su principal objetivo es proteger ante impactos de bala a los que se pueda ver sometido.
El término correcto de este tipo de cristal es el vidrio laminado de seguridad. Está integrado por varias láminas de vidrio junto con otras láminas que están diseñadas en otros materiales, consiguiendo así tener una resistencia frente a las balas de diferentes tipos de armas.
Si quieres saber más sobre los cristales antibalas, sigue leyendo.
¿Cuál es la composición de un cristal antibalas?
Aunque la composición exacta dependerá de cada tipo, lo más habitual es que un cristal antibalas esté compuesto por 3 capas: Existirán 2 lunas de cristal duro y grueso y en medio de estas habrá una capa de plástico (suele ser polivinilo) o resina fundida.
Si se busca potenciar la resistencia del cristal, se podrían alternar varias capas de diferentes materiales.
Estas capas se fundirán entre sí a través de un proceso de presión elevada. Lo que se busca con esto es impedir que las capas se puedan separar (a esto es a lo que se conoce como laminación). El resultado de este proceso da como resultado una pieza con un grosor comprendido entre los 15-66 mm (el grosor dependerá del nivel de protección que se esté buscando).
¿Cómo se comporta un cristal antibalas ante el disparo de un proyectil?
El propio cristal aporta dureza, mientras que el segundo material que se ha utilizado aporta elasticidad. Así, se consigue un gran sistema de seguridad que absorberá la energía cinética que emitirá el disparo.
Cuando el proyectil alcanza el cristal, este se romperá. Sin embargo, las esquirlas no saldrán disparadas, sino que quedarán comprendidas en las capas intermedias, reduciendo así el riesgo de que se produzcan daños por la rotura de cristales.
Algunas consideraciones a tener en cuenta sobre los cristales antibalas
- La resistencia de un cristal antibalas dependerá de varios factores: se considera tanto el tipo de cristal que se ha utilizado para crear las láminas, el grosor de este, así como del otro material que se haya usado para intercalar entre los cristales.
- Tan solo podremos hablar de un cristal blindado si el espesor nominal mínimo es de 38 mm (esto se estipula según la norma NOM-142-SCFI-2000).
- Existen diferentes procesos que se llevan a cabo para dar forma a este tipo de cristal, siendo 4 los más habituales: vidrio laminado con PVB, vidrio laminado con EVA, vidrio pegado con resinas líquidas en frío o vidrios laminados mixtos (en los que se combina policarbonato con vidrio).
- En el mercado podemos encontrar soluciones de vidrio laminado sin ningún tipo de grosor de blindaje. Son aquellos que se utilizan a la hora de dar forma a los cristales que están presentes en los parabrisas los diferentes vehículos. Estas son las características y el funcionamiento que tienen los cristales antibalas. Así, podemos entender como pueden salvarnos la vida.